Hay que llevar el combate contra el antisemitismo desde la educación, pues es la métrica terrible de intolerancia, y hay que sancionar por Ley, siempre, el discurso y el delito de odio antisemita
Autor: Esteban Ibarra
En la importante Conferencia anual de la Asociación Judía Europea celebrada en Madrid esta semana se planteó si las comunidades judías deberían «construirse o irse», debate que no es nuevo pero que podría asumir cierta derrota frente al antisemitismo. Debate complejo cuya perspectiva histórica con persecuciones, pogromos y crímenes de odio, terrorismo y la memoria de la Shoá, tiene un peso extraordinario en la decisión libre de elegir entre permanecer en Europa o emigrar. Se apostó por la construcción y el fortalecimiento de las comunidades judías en Europa. Importante.
Al movernos en el terreno de los hechos y cómo intervenir para que esa apuesta sea realizable debe considerarse que la Unión Europea tiene aprobada la Estrategia contra el Antisemitismo (2021-2030) y en diferentes países su implementación, como en España (2023-2030). Todo superado tras la masacre antisemita terrorista de Hamás y de la Yihad Islámica, el 7 de octubre del 2023, con secuestros de inocentes, muchas barbaridades y el desarrollo de la guerra.
Superado porque los horribles y criminales hechos fueron acompañados de una ola de antisemitismo global que en Europa mostró vertientes estructurales, institucionales, políticas, sociales y culturales. Incluso hubo ausencia de condena por algunas organizaciones de ese «crimen de lesa humanidad» que recordó los tiempos del nazismo, sin olvidar el apoyo explícito en las horas de barbarie y de justificación de «cualquier forma de lucha», como en manifestaciones de Samidoun y otros grupos contra un presunto «genocidio» (inexistente) con el grito exterminador «Desde el río hasta el mar», cuando no existiía aún ni respuesta bélica y todavía se estaban recogiendo cadáveres de víctimas.
Tras la persistencia de soflamas antisemitas, emergía la ausencia de solidaridad con las víctimas israelíes, de los kibutzs, Festival Nova y otras víctimas del antisemitismo, judías y no judías, reflejándose ni tan siquiera compasión cuando pudimos observar y confirmar el alcance del horror de la masacre antisemita.
Lógico el debate, pero no nos pueden derrotar. Al contrario, hay que replantear la lucha contra el antisemitismo y arrancar de un importante punto de partida como es la Declaración de IHRA, que lo define como «una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto», en una dinámica de lucha frente a todas y cada una de sus formas y manifestaciones, frente a sus mutaciones y acciones.
En mi intervención en uno de los paneles, ante la pregunta de ¿cómo proteger a los estudiantes judíos en las escuelas y universidades?, la respuesta es obvia: hay que llevar el combate contra el antisemitismo desde la educación, pues es la métrica terrible de intolerancia, y hay que sancionar por Ley, siempre, el discurso y el delito de odio antisemita. Y también hablar, siempre, del problema del antisemitismo, porque cada vez que lo señalemos le ganamos una partida. Luchemos por la Europa democrática.
Esteban Ibarra es presidente del Movimiento contra la Intolerancia, punta de lanza en España de la lucha, a todos los niveles, contra el antisemitismo y la discriminación.
Fuente: https://enfoquejudio.es/combatir-el-antisemitismo-siempre/