
Un activista de Ciutadans per Palestina retiró la bandera de Israel durante la Copa del Mundo de Florete en Palma y la sustituyó por la palestina. Un gesto que ignora un hecho básico: Israel participa en la competición; Palestina, no. Un acto que borra a un país que sí compite y coloca en su lugar a otro que no participa, transformando el deporte en un escenario de exclusión. Esto no es protesta, sino un intento de borrar la presencia de un país y legitimar la hostilidad hacia sus deportistas.
